Por: Yasmin Cuadros
Cada vez que un joven talento colombiano se destaca en el mundo del deporte, siento una mezcla de asombro y orgullo. Ángel Barajas con 17 años ha logrado lo que muchos solo sueñan: una medalla de plata en los Juegos Olímpicos. Pero esta meta no es solo una victoria personal, sino un triunfo que resuena en los corazones colombianos.
Cuando todo indicaba que Colombia se iría de los Juegos Olímpicos sin una medalla, el segundo deportista más joven de la delegación emergió para mostrar su talento. En el podio del Bercy Arena, este joven talento de la gimnasia sudamericana se alzó con una medalla de plata en la prueba de barra fija, siendo así la primer medalla olímpica de la historia de la gimnasia artística colombiana, y la primera también para la delegación cafetera en estos Juegos Olímpicos.
¿Qué hace que un joven como Ángel destaque tanto? No es solo su habilidad innata, también su inagotable espíritu de lucha. Es la prueba perfecta de que la determinación puede llevarte a alcanzar alturas increíbles. Barajas empezó a entrenar desde los 5 años inspirado por Sportacus, el superhéroe de la serie infantil Lazy Town. Hoy es “(…) un verdadero superhéroe y una inspiración”, según palabras de Magnús Scheving, el actor islandés creador de la serie e intérprete de Sportacus.
Sportacus ya felicitó a Ángel Barajas por su medalla de plata en los Juegos Olímpicos 🥹 No puedo con las emociones de esta semana. pic.twitter.com/qP160xfKj3
— Camillus (@CamilusOctavius) August 6, 2024
Para llegar a los Olímpicos tuvo que convertir su vida en un verdadero testimonio de compromiso y sacrificio. En su rutina está entrenar desde las siete de la mañana hasta medio día. Luego desde la una de la tarde hasta las 3:00 p.m. A esto se agregan dos rutinas de gimnasio, más el estudio que lleva de manera virtual.
Sin embargo, es importante resaltar que a la cultura colombiana le hace falta apoyar a los deportistas no solo cuando ganan, sino también en el proceso. Si bien la gimnasia se ha ido abriendo campo en el territorio (de la mano de la Federación Colombiana de Gimnasia), debido a la falta de financiamiento y de una correcta infraestructura, deportistas como Ángel han debido entrenar fuera de Colombia. Para estas Olimpiadas, el gimnasta nortesantandereano tuvo que entrenar tres meses en distintos países y centros deportivos, como el Centro de Alto Rendimiento de Madrid.
Hoy Ángel es premiado por sus sacrificios y en la pared de su habitación, que estaba destinada para su medalla olímpica, podrá colgar con orgullo la presea de plata que ganó con su esfuerzo, el de su familia y el de su entrenador Jairo Ruiz, quien le enseñó el valor de la disciplina.
Ángel Barajas es más que un atleta, es una inspiración viviente. Su historia nos enseña que los límites solo existen en nuestras mentes y que, con disciplina y dedicación, cualquier meta es alcanzable. ¡Felicitaciones, Ángel, y gracias por recordarnos que los sueños están a solo un esfuerzo de distancia!