¿Cuántas veces hemos ido a ver teatro con obras inclusivas para oyentes y sordos? En mi caso, no puedo contar ni una. La inclusión no puede vivirse solo en los accesos a sitios y en ciertos mensajes. Para Candelaria Gabriel Torres, directora de la obra teatral “Solo cuando tengas frío”, el arte debe ser parte de ello.
Imaginen presenciar, cuando se abra el telón, actores y actrices oyentes y sordos que interactúan en el escenario. No solo a través de un guion preestablecido, sino de las relaciones causa-efecto del momento. La coproducción “Solo cuando tengas frío” del Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella junto al colectivo Siempreviva Teatro es la muestra de que la cultura puede ser inclusiva.
Todo comenzó cuando en pandemia Candelaria Gabriel Torres tuvo inquietud por el consumo de arte por parte de la población sorda. Ya no había acceso a los teatros, pero las personas desde sus casas podían escuchar música y ver cine. ¿Y los sordos? La pregunta fue creciendo hasta convertirse en una idea que se plasmó en obra y que fue ganadora de la beca Bogotá Ciudad Escenario de Idartes, en la categoría de dramaturgia.
Qué importante es darnos cuenta como sociedad de la necesidad de generar arte inclusivo. Sin embargo, por supuesto, no es fácil. En solo “Solo cuando tengas frío” el elenco y personal oyente tuvo que aprender lo básico del lenguaje de señas, y el reparto sordo inició un proceso de aprendizaje de lenguaje teatral, pues no tenían conocimientos en dramaturgia.
Esta obra bilingüe narra la relación entre Agustín, un niño con discapacidad auditiva, y su madre Irina, mujer oyente. El encuentro entre dos personas que saben comunicarse de forma distinta, pero también, como se mencionó, el de los actores y actrices que no manejan un lenguaje unívoco.
¿Cómo desenvolver el conflicto? ¿Cómo lograr la interacción? Para ello, los santandereanos tendrán que ir a presenciar la obra en el Teatro Santander el sábado 24 de agosto de 2024 a las 6:30 p.m. Hay que tener en cuenta que en “Solo cuando tengas frío” realmente no se vive a través de dos lenguajes, el español y el de señas, sino que hay un tercero que todos poseemos: la emoción. La esencia del teatro son las emociones y no hay mayor virtud que la capacidad de crear vínculos y conexiones que derriben las barreras de los lenguajes creados.
Esperemos que los santandereanos derribemos las barreras comunicativas a través del arte, apoyando y presenciando “Solo cuando tengas frío”. Salgamos del patio de butacas más empáticos hacia los otros, hacia aquellos que no hablan el lenguaje oficial de un territorio. Salgamos del patio de butacas pidiendo más cultura inclusiva y, por qué no, queriendo aprender lenguaje de señas.
Más información en www.teatrosantanderbga.com