Por: Yasmin Cuadros
Bucaramanga se convirtió en el epicentro de la moda los pasados 8, 9 y 10 de agosto durante la séptima edición del Santander BGA Fashion Week: “Solsticio de verano”. El evento no solo fue una plataforma de tendencias y creatividad, sino también una celebración de la cultura y la identidad santandereana, entrelazada con la moda y la sostenibilidad, para rendir homenaje a la riqueza de la región.
La santandereanidad como protagonista
El Santander BGA Fashion Week no es simplemente un evento de moda, es una muestra vibrante de la cultura santandereana en un escenario global. Cada aspecto estuvo diseñado para destacar las características únicas del departamento: desde sus colores y paisajes, hasta su historia y resiliencia.
El evento comenzó con una jornada que conectó el pasado y el presente. Bajo la temática «Sol y Tierra» se rindió homenaje a las raíces santandereanas utilizando materiales sostenibles. Los tonos cálidos evocaron la riqueza cultural y la fortaleza del pueblo.
El segundo día, «Cordillera», se inspiró en la imponente belleza de las montañas. Las colecciones exhibidas resaltaron la conexión entre el ser humano y la naturaleza; por su parte, los colores verde, azul y gris reflejaron la vegetación exuberante y los ríos que recorren el departamento.
El evento culminó con «Noche en el Páramo», dedicada al misticismo y la preservación del páramo de Santurbán, un ecosistema vital para la región. Con colores oscuros y plateados, se exaltó la importancia de conservar estos frágiles pero poderosos paisajes, destacando la capacidad de resistencia y adaptación del entorno natural santandereano.
Un enfoque en la sostenibilidad
Más allá de ser una manifestación visual y tangible de la cultura, el Santander BGA Fashion Week hizo énfasis en la sostenibilidad, promoviendo la moda circular como parte del compromiso con el medio ambiente. Las pasarelas fueron la muestra de un diseño con responsabilidad, utilizando materiales reciclados y técnicas que minimizan el impacto ambiental, mostrando que la moda puede ser tanto estética como ética.
Durante los tres días del evento, los asistentes no solo disfrutaron de la moda en su máxima expresión, sino que tuvieron la oportunidad de sumergirse en la cultura santandereana a través de exposiciones comerciales, experiencias gastronómicas, coctelería y mucho más.
Gracias a este encuentro, el departamento de la hormiga culona reafirmó su lugar en el mapa global de la moda, no solo como un referente estético, sino como un líder en la promoción de valores que trascienden las pasarelas.