Los dedos del artista gravitan sobre las teclas blancas y negras. Swing. “(…) es cuando un intérprete individual o un conjunto toca de una forma tan rítmicamente coordinada que provoca una respuesta visceral del oyente (hasta el punto de provocar el tamborileo de los pies y el cabeceo de la cabeza). Una sensación de irresistible flotabilidad gravitatoria que desafía incluso la misma definición verbal” (Glosario Jazz in America).
Mientras escucho las canciones de Óscar Acevedo, mis pies y cabeza se mueven de arriba abajo. Viajo por sus álbumes: Como un libro abierto (1996), Dedicatoria (1999), Todo vale (2004), Plonk, la vida suena (2005), A toda costa (2017), Jazz colombiano (2020). Recuerdo que este sábado 17 de agosto de 2024 a las 7:30 p.m. lo podré escuchar en vivo en el Teatro Santander con doce canciones que demuestran su evolución musical, acompañado de su cuarteto y dos veces de Carlos Quintero en el requinto. Con el jazz como epicentro, se destacan diferentes canciones con una mezcla de ritmos autóctonos colombianos.
Es solo el inicio de la celebración por cuarenta años de trayectoria artística. Y va a ser acá, en la tierra que lo vio nacer, y en el teatro que pisó por primera vez en 2022 para realizar un homenaje a su hermano Sergio, por su legado en la academia y música colombiana. Ya en 2014 había festejado sus treinta años de carrera musical con una gira colombiana de treinta conciertos.
Fue Sergio quien ayudó a convencer a su familia de que Óscar debía estudiar música. Entre los años 60 y 70, el artista bumangués escuchó la creciente consolidación de jazz bands. Fue así como en los 80 decidió estudiar en Berklee College of Music (Boston). Especializándose en jazz, con el tiempo se convirtió en una de las figuras colombianas emblemáticas de este ritmo nacido en Nueva Orleans que combina influencias europeas y africanas.
A pesar de que Bucaramanga no sea la cuna del jazz ni que entre sus calles este género ―propicio para los instrumentos de viento metal y cuerda― sea altamente escuchado, de sus entrañas nació un artista como Óscar Acevedo que ha recorrido con sus notas los continentes europeo, asiático, africano y americano. Solista invitado en agrupaciones como la Orquesta Sinfónica de Colombia, la Orquesta Filarmónica Joven de Colombia y la Orquesta Sinfónica UNAB, también ha realizado bandas sonoras para el arte audiovisual en películas, documentales y programas de televisión. Se destaca el reconocimiento del Commonwealth of Massachussets por su aporte a la cultura colombiana. Además, actualmente contribuye en el ámbito educativo como profesor de planta de la Universidad de los Andes y en el de la crítica musical a través del diario El Tiempo.
Escucharlo es sentir lo mismo que describe sobre Samara Joy en la columna Virtuosismo: “Al terminar de oírla siempre quedo con la sensación de que me habló al alma. Son creadoras como ellas las que mantienen viva la chispa del jazz con interpretaciones originales y refrescantes (…)”. Así que la noche del sábado va a ser una velada imperdible en el ícono de las artes escénicas santandereano.