Por: Nataly Bustos Rojas
La Batucada Guaricha es un colectivo de mujeres, principalmente de Piedecuesta (Santander), quienes realizan música, trabajo social y activismo desde las diferentes disciplinas representadas por cada una de ellas. Artesanas, músicas, abogadas, así como profesionales de otros campos sociales, nutren lo que hoy es este grupo feminista que hace tres semanas estrenó su sencillo “La Putana”, una historia de la que poco se ha hablado y está narrada a través de un video musical que, hasta la fecha, acumula 40K de reproducciones en YouTube.
El descubrimiento de esta historia nace de un taller de composición con el maestro Edson Velandia, artista musical del departamento. A este encuentro llegó Ivette Quintana con un libro en sus manos: la historia de los 100 años de la USO (Unión Sindical Obrera). Para ella, fue inspirador ver el registro de mujeres lavanderas, campesinas, planchadoras; entre otras, la historia de Ana. Oryana hace parte de La Batucada Guaricha desde agosto del año pasado y cuenta lo significativo que fue encontrar y contar esta historia: “Vea que esto sí pasó: cómo un sindicato tan importante en Colombia nació de algo que para la sociedad es tan insignificante, tan rechazado. Representó algo simbólico e importante de transmitir”.
Adriana Lizcano atribuye la enseñanza del ritmo que usaron en “La Putana”, un funky, al maestro Mario Pan, director de una batucada en Brasil. La composición y dirección del video, con apoyo de Edson Velandia, dieron forma a la historia de la mujer trabajadora sexual que motivó la creación de este sindicato. Para las mujeres en La Batucada Guaricha la música ha sido el instrumento para denunciar injusticias y hablar de desigualdad, característica que podemos evidenciar desde sus anteriores producciones y canciones. Según María Paula, integrante de la batucada, “La música es algo que nos une a todos, que a todos nos gusta, entonces es la manera de llegar a todas las personas”. Este arte es su camino para reivindicar el lugar que le pertenece en la historia a las mujeres como Ana, invisibilizadas por el género y los prejuicios.
En el video musical, La Batucada Guaricha intentó recrear escenarios simbólicos de la historia de Ana y su influencia en la creación del sindicato. Por ello, vemos dramatizado el burdel con mujeres y obreros reunidos en la mesa en la que se comparte el pan como representación de la abundancia, de la dignidad. Aunque, de igual forma, se plasma lo injusto: cuando entra un obrero arrastrándose y varios pasan por la ventana agachados porque “Hay como un yugo que ellos tienen que cargar en el que están destrozados, en el que definitivamente no existe la dignidad, sino casi que la esclavitud”, cuenta Adriana. También se refirió a una de las últimas escenas, en la cual las mujeres bautizan a los obreros como dándoles una misión o un designio: el de la libertad. Esta imagen visual es importante y fiel al contenido del libro del que se inspiraron.
Los mensajes de las letras se mezclan con el del video y hacen de esta canción una obra simbólica. “La Putana” representa a nivel del departamento la manifestación de un arte en favor de los derechos de las mujeres y las comunidades que lideran. También es histórico porque reivindica el papel de la mujer en el pasado, ese que se ha construido en sociedad y que influye en lo que se piensa hoy en día. Para Adriana, su frase favorita de la canción fue “Sin culpa y sin pecado vencí, la espada y la cruz”, haciendo un llamado a derrotar el miedo, las cruces, los tabúes, paradigmas, y ser capaces de reconocerse en un territorio de todos, como comunidad.