Por: Nataly Bustos Rojas
La exitosa obra de Christopher Nolan sobre el físico Julius Robert Oppenheimer ha recaudado en su tercer fin de semana 552,9 millones de dólares estadounidenses, de acuerdo a estimaciones oficiales de Universal Pictures. “Oppenheimer” narra la vida de este científico durante su trabajo en el proyecto Manhattan, el cual condujo al desarrollo de la bomba atómica. Dentro de la producción de esta cinta cinematográfica, aclamada por la crítica y la audiencia, se encuentra el nombre de un artista visual bumangués, Sergio Rincón, quien contó a Revista Enredarte su experiencia trabajando en la película y la historia detrás de ello.
Como buen cinéfilo, Sergio Rincón iba desde muy joven a cine cada semana y fantaseaba con ver su nombre en los créditos de esas producciones de la gran pantalla, aunque lo percibía como algo lejano. Actualmente, este compositor de efectos visuales ha trabajado en “Doctor Strange en el multiverso de la locura” (2022), “Ant-Man y la Avispa: Quantumanía” (2023), “Black Panther: Wakanda Forever” (2022), entre otras obras cinematográficas. Su más reciente trabajo en “Oppenheimer” le ha dado una gran satisfacción, pues su nombre en los créditos representa la realización de ese anhelo que en algún momento tuvo y que hoy inspira a otras personas.
De Bucaramanga a Hollywood
Mientras terminaba su pregrado en Diseño Gráfico en la UDI (Universidad de Investigación y Desarrollo), surgió la oportunidad de hacer un diplomado en la Escuela Nacional de Cine en Bogotá. Fue allí donde Sergio Rincón participó en un semillero a cargo de Fabio Zapata, un productor colombiano y director técnico de efectos visuales y animación, junto con quien hizo una secuencia corta de efectos especiales, lo cual despertó la curiosidad en el bumangués. Inspirado en empezar a trabajar en esa industria, tomó la decisión de volver a Bucaramanga para estudiar una tecnología en Animación 3D en el Centro Industrial de Mantenimiento Integral del SENA.
Para el año 2019, este artista visual viajaba a San Francisco (Estados Unidos) para realizar su maestría en animación y efectos especiales. En ese momento empezó a trabajar en películas independientes, en donde, por primera vez, su nombre aparecía en los créditos de una producción real: el sueño se iba alcanzando cada vez más. Pasó de trabajar en un estudio pequeño en esta ciudad en la que hacía comerciales y documentales, a hacerlo en Los Ángeles con grandes películas de Hollywood como “Uncharted” (2022). A la fecha, ha participado en 18 producciones, entre series de televisión y películas.
“Oppenheimer” como un reto para la imaginación
Esta producción representó un reto en su trabajo, pues, al encargarse de los efectos visuales de fenómenos físicos y explosiones nucleares, traía una idea previa ―inspirada en “Interestellar” (2014)― sobre cómo debían ser para acercarse lo más posible al mundo físico, real. Sin embargo, en “Oppenheimer” se quería mostrar lo que el protagonista de la cinta tenía en su cabeza. Por esto, cuenta Sergio Rincón, no era necesario que fuera físicamente correcto del todo, pero sí se tenían en cuenta algunas bases teóricas-científicas. Y debido a que los elementos que utilizaron para los efectos fueron grabados en el set con cámaras de IMAX, es decir, grabaciones de globos inflándose y estallando, explosiones en miniatura, polvo, arena, humo y demás elementos, debían crear las composiciones finales de la película aventurándose con la imaginación. Esta fue una limitación que le permitió ser recursivo, pues por petición del director nada sería creado por ordenador o CGI.
Finalmente, son en total unas 15 tomas de la película en las que se evidencia su trabajo, “Sobre todo en las visualizaciones que tiene Julius Robert Oppenheimer sobre el mundo cuántico”, explica el compositor de efectos bumangués. Así que las escenas donde hay una serie de partículas como visualizaciones de átomos a gran velocidad, reacciones en cadena de la bomba atómica, el protagonista hablando con Einstein mientras se revelan diferentes explosiones, y hasta lo relacionado al Trinity Test, fueron tomas producidas por talento santandereano.
Lo mejor de “Oppenheimer”
Si bien Sergio Rincón no tuvo contacto directo con Christopher Nolan, pues el proceso se llevó a cabo junto al supervisor de efectos especiales de Universal Pictures, Andrew Jackson, la felicidad del bumangués no se pierde, debido a que “Oppenheimer” representó para él trabajar en una película de uno de sus directores favoritos. Siendo fan de “Memento” (2000) e “Inception” (2010), el compositor de efectos considera a esta reciente cinta cinematográfica como una “De la que se va a hablar de aquí a diez años, entonces es muy emocionante ver mi nombre en los créditos de una película de esta magnitud”.
Sergio además reconoce que este año saldrán muchas más producciones buenas, pero no descarta que este blockbuster en el que trabajó, sea nominado a los Premios Óscar en la categoría de mejores efectos visuales, lo cual sería no solo una emoción grande, sino también una satisfacción y un orgullo.
Una hormiga santandereana en la industria
Para el artista bumangués, su colaboración en “Oppenheimer” tardó alrededor de 5 a 6 meses, pero fue como el trabajo de una “hormiguita” en la gran industria cinematográfica, pues al reunir el tiempo en pantalla, las tomas que realizó suman 1 minuto de una película de 3 horas. Por esto, se proyecta a seguir trabajando en la industria y que su contribución sea cada vez mayor. De hecho, “Spy Kids: Armageddon”, una producción de Netflix que se estrenará a finales de este año, hace parte de los proyectos en los que próximamente se podrá apreciar su participación.
Sergio Rincón, quien está profundamente agradecido con Bucaramanga y el lugar donde inició sus pasos en el conocimiento del arte que realiza, espera viajar pronto a su ciudad o, como normalmente lo hace, para épocas de festividades. Y no descarta la posibilidad de trabajar en producciones nacionales; de hecho, comenta que le gustaría explorar en técnicas que en el país se desconocen y donde los costos no serían un problema para la infinita creatividad y talento que se gesta en el país.